El Galleta enfiló hacia el pozo de las nieves, con cholas y un pullover de Lacoste L-360

El Galleta enfiló hacia el pozo de las nieves, con cholas y un pullover de Lacoste L-360

Por un libro que vio en los escaparates de la librería del Cabildo en la calle Cano, sabía que allí, antes de que llegaran los frigoríficos, se conservaba el hielo para su uso en verano.

Grandote como era, con su gran tripón sobre la valla del pozo, media a ojo: metros cúbicos, diámetro, profundidad. Y decidió que era mal negocio, mucho trabajo para un polo de hielo.

El Galleta es carretera y camino.

Un citroen DIAN 6, vamos un dos caballos de toda la vida, se detuvo junto a el y un joven le preguntó: Por favor ¿Queda mucho para Telde?

E,G.: Depende

Joven: Disculpe, no le entiendo.

E.G.: Mire usted, si toma para Ayacata, pues Telde está lejos. Si le acompaño y le dirijo,llegamos en un par de rones.

Joven: ¿Rones?

E.G.: Si, aquí a las curvas pronunciadas les decimos rones y a los que preguntan totorotas…

J: ¿Toto…que?

E,G.: Venga, ande que le indico, y se metió en el dos caballos, con el brazo por fuera y la cabeza pegada al techo de lona.

Si de algo se caracteriza El Galleta es de su humildad (oiga, entendida a su manera), su ternura y su puñetera ironía. Eso si,sincero, sincero…si tiene que cagar, dice: Me voy a cagar…

Le indicó al joven, que mira por donde se llama Josechu, que cogiera por la Caldera de Los Marteles rumbo a Cazadores.

E.G.: Josechu, esto es lo mas lindo que hay. Atrás dejamos Los Pechos y entre el pinar vamos bajando hasta el ombligo y una costa de tarajales.

En esta carretera, cuesta arriba los coches se resienten del motor y cuesta abajo de los frenos.

El dos caballos comenzaba a dar olor a caucho quemado.

E.G.: Esto huele a fó.

Pasado el cruce de Ingenio, vio El Galleta, que digo vio, olió la Cueva Jonda y le largó a Josechu.

E.G.: Yo creo que este vehículo debe descansar, coger un fisco de resuello. Para aquí y así de paso echamos una meada.

J.: Yo no tengo ganas de mear.

E.G.: Pues no meas, para el carro y vamos que nos llaman.

J.: ¿Quién?

E.G.: Cartadioro

J.: ¿ Y ese quién es?

E.G.: Vamos pa´dentro y te lo presento.

E.G.: A los buenos días ¿Tenemos carne de cochino frita?

J.: Voy a lavarme las manos.

Bar: Si señor y bien embarrá.

E.G.: Ponga un plato y dos cartadioros. Y mire si no es mucho molestar, déjeme que le presente a mi amigo como Don Cartadioro, es una broma piadosa.

E.G.:Sechu ( enseguida resumía) aquí el amigo Don Cartadioro.

J.. Encantando señor. Buen establecimiento.

El Galleta pa´dentro, buen ron querrás decir que diría Monagas.

E.G.:Cartadioro pon dos manzanillas mas…y manzanillas van y vienen. Y mas carne de cochino y una de carajacas con pan azafranado de Ingenio.

J.: Yo creo que deberíamos de irnos, la manzanilla está buena, pero Cartadioro no para de hablar y me está emborrachando.

No le salía la carcajada al Galleta, pero de contenerse se le saltaban las lagrimas y se le ponían los cachete como tomates.

E.G.: No se diga mas, vamos que en Casa David ponen unos bocadillos de pata que te cambas. Cartadioro ¿Cuanto se debe? Josechu vete pagando que luego arreglamos que con tanto jaleo se me había olvidado y me meo todo y ese tiempo que ahorramos.

Como todo el mundo sabe, tu en Cazadores le quitas el freno de mano al coche y sale cagandoleches. Si no recoges o frenas, aterrizas encima del campanario de Lomo Magullo.

Aquel hombre que no conocía la carretera, con unas «manzanillas» encima y El Galleta cantando…una mano en la cintura..una mano en la cabeza..un movimiento sexi……

Saliendo humo de las rueda y un tufo como cuando pasas por la potabilizadora y está el tiempo de oeste. Y El Galleta, que no se callaba.

E.G.: Josechu ¿vas bien?

J.: Los frenos no funcionan muy bien… funcionan mal..cagoentoo..¡NO FRENA!!

E.G.. Buenos, mientras no cojas las curvas rectas y no te salgas de lo negro, vamos bien.

Y aquel citroen dando bandazos, Josechu sudando e intentando sacar el pedal por el chasis. En una de las pocas rectas, que a la izquierda está el barranco de Los Cernícalos, que es impresionante y a la derecha lo alto de Cazadores. El galleta indicaba: si hay que estallarse que sea contra la derecha. Ve una pequeña carretera empinada a la derecha y grita……

E.G.: ¡¡¡¡¡¡Sechu, sube por la cuesta, ¡ Sube por la cuesta!!!!

Como Josechu con las «manzanillas» no controlaba . El Galleta metió mano al volante y subió al dos caballos por el camino de tierra. Cuando el coche perdió fuerza, lo bloqueó con el freno de mano. Se bajó, se saco la chola (que es lo que dice el) y empezó a orinar. Mira que fino.

J.:¿Que haces?

E.G.: Mear pa´pensar. Mira, ahora bajas en primera hasta las Breñas. Allí vemos si hay algún mecánico.

J.:Pues vamos.

Y fueron de buenas a primera…

E.G.: Para ahí, para ahí…

J.: ¿En el club social?

E.G.: Si coño.

Y allí estaba el hermano de Cartadioro, que también despachaba manzanillas. Y como preveía El Galleta, en un club si no hay un mecánico por lo menos hay un apañado. Le cambiaron las pastillas y salieron rumbo a La Herradura.

Se hacía de noche y El galleta tenía que llegar a la capital. Josechu iba para Telde. A la altura de El Ejido, que mira que la señal está clarita, centro ciudad y dirección Las Palmas. Bueno, tan claras no están.

E.G.. A la izquierda, a la izquierda…y lo echó por la carretera vieja. A la altura de Mercalaspalmas, pasado Jinamar, le dice a Josechu.

E.G.: Chacho me vas a disculpar pero me equivoqué. Pero ya…pues eso de aquí a mi casa no queda nada.

Y si eso, el abuelo de los Cartadioros vive cerquita…