Me crié en el barrio de Las Alcaravaneras, entre la playa, los arenales de Ingeniero Salinas, el barrio Inglés ( ciudad jardín como lo renombró Primo de Rivera) y Guanarteme.
Donde las Peña de las Dos Hermanas y se acampaba en la playa. Las barquillas de dos proas esperaban a Juan el bocaburro para traernos fulas,sardinas,longorones caballas, tapa culos, sargos y algún pulpo.
Donde para ver el horizonte había que cerrar el ojo izquierdo y evitar el dique del «generalísimo». En donde olía a galleta Tamarán, a tabaco de picadura Tamadaba y a pescado frito.
El Sindicato del Plátano repartía excedentes a las vecinas y vecinos.
El cine Goya nos daba cultura, ocio, y sabiduría, mi abuelo Calderín en la puerta recogiendo las entradas. Estaba en la «Calle del Cine» que en realidad se llamaba Manuel González Martín,la misma en la que estaba la Heladora y el carrito de La Negra, con tirijalas, chufas y chochos.
Donde el Insular nos daba derrotas y glorias. Jugábamos en la calle a la pelota con Germán, con Trona, con Paez, con Martín, con el maestro Tonono… Donde «le ganemos al Barsa de Maradona».
Donde Panchito nos refrescaba con sus helados y el Caña Dulce nos avisaba con su apañado altavoz de que había llegado el Toti, el Circo que nos visitaba por invierno y primavera.
El bar de «Los Muertos (Tamadaba)» sonaba a dominó, a fichas que chocaban.
En el Vigo, chuchangas y pejines con las litronas de Tropical. En el bar el Pino, manices y jareas. Donde en el Nolasco celebrábamos las victorias del Unión Alcaravaneras en los campeonatos de futbol playero.
Donde se jugaba a la chapa, a piola y muda, a la pelota, a la cuerda, a las estampas, al boliche… y más que se podría decir.
Donde los Hermanos Rogelios nos trajeron el pan de Valleseco y la pata asada de cerdo. Donde el Samoa y el Sam. Los tollos del Tatono y los churros en la calle Barcelona por encima de la Mercería y la Barbería. Donde se bailaba y se tenía citas en el Tan-Tan, el «dancing».
Mi pequeño recuerdo de este barrio histórico que se ha ido adaptando, con sus tropiezos y aciertos, al crecimiento de la ciudad que lo engulle.
Su Mercado Central, su Casa del «Coño» y gente maravillosa que ha sabido mantener su identidad, nuevos vecinos y vecinas integradas.
Un barrio que se forjó desde los portones y la autoconstrucción frente a ciudad jardín, un barrio inglés de postín. Un barrio motor de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, junto al resto: La Isleta, Schaman, Guanarteme, Arenales, San Jose, San Juan, El Risco, Escaleritas.
Un barrio con Títeres y Marionetas de Isidro y el Palacio de los Juguetes por la calle Luis Antúnez.
El 1×2 para echar la quiniela y las tiendas de aceite y vinagre donde comprar los estropajos de esparto, la Tierra Sol y dejarlo «a cuenta, apúntemelo en la libreta».
Las Alcaravaneras un barrio entre dos carreteras, la de León y Castillo y la de Pío XII.