Solsticio de inviernos 2024

 

El Nublo seguía envuelto en las nubes que transportaba los alisios y ya el Bentayga despuntaba luminoso en su cima.

Cima que conozco bien de mis años de escalada.

Traigo a la memoria a Pedro Antonio Lema Vázquez Figueroa, que más de tres cordadas hicimos en sus vías, con descanso en el pino, donde la poza de agua.

La emoción de ver las imponentes paredes, el olor a almendrero húmedo, el preticor, los 7 grados, los recuerdos amorosos, hicieron que recibiéramos el nuevo solsticio de invierno, sobre las nueve y veinte horas del día de hoy 21 de diciembre de 2024, con los ojos y las mejillas llenas de lágrimas.

Encima, como si nos escuchara Magec y su aliada la lluvia, nos regalaron a mi compañera y a mi, la visión de un Arco Iris que en ese mágico lugar, donde lo terrero y lo aéreo se abraza, nos sintiéramos pequeñas e importantes ante tan grandes baluartes de nuestra tierra canaria.

Va por todas y todos ustedes, feliz solsticio de invierno en un brindis de Arco Iris en la Caldera de Tejeda que se funde en Artejevez en La Aldea de la Gran Canaria.

Javier Marrero.

…el potaje hay que comerlo al día siguiente…


Nina de Buenavista de Gàldar, decía que el potaje hay que comerlo al día siguiente de hecho, porque si después de guisado no se dejaba reposar no se apotajaba.

Un buen sitio en donde dejar el caldero tapado era bajo la talla en la pila del agua. De la pila colgaban verdes y jugosos culantrillos que daba el frescor necesario.

Ella decía que el potaje es según su tiempo, cada época tiene su potaje, cuando toca es de coles de orilla, de arvejas, de jaramagos, berros, chícharos, acelgas o de lo que haya en el cercado. Que con cilantro y papas también se hace un buen caldo.

Las papas hay que chascarlas, si no se quedan duras y al ñame hay que darle antes un lavado en agua tibia pa’ que no amargue.

Siempre lo hace en el caldero grande. Dice que a butano no queda mal, pero que en donde mejor se hace es a leña y si es con cáscaras de almendra, mejor.

Las cáscaras le dan un sabor especial, dice que por el jumeo.

Como siempre sobra, lo pone sobre el pollo, a la intemperie, para el día siguiente.

Junto con el plato de potaje pone la lata del gofio y de conduto un cacho queso flor, pan bizcochao y unos pejines.

Y cuando alguien aparecía cerca de la hora de comer siempre le decía: quédese pa’ almorzar que vamos a amasar gofio.

A los conocíos que solo venían a chuchar siempre les decía: “ay cristiano que me coge el pomo descompuesto y ni comía he podío preparar.”

Javier Marrero

La Corona de Guirnaldas, Navidad, Adviento.


El uso de la corona de guirnaldas, que luego la iglesia la convirtió en adviento o Navidad, proviene de la Antigua Roma y forma parte de las celebraciones de año nuevo. Era el regalo más común en estas festividades; se trataban de arreglos «siempre verdes» a los que llamaban Strenae, en homenaje a Strenia, diosa de la salud.

La forma de anillo para los romanos significaba la esperanza de que todo el año reinara salud en el hogar.

También se utilizaban para festejar buenas cosechas, sobre todo el festival Saturnalia, el más importante del año que se llevaba a cabo durante el solsticio de invierno, y donde se honraba a Saturno, dios de la siembra.

El Imperio Romano se extendió por toda Europa, dominando especialmente Alemania y Gran Bretaña, “menos una aldea poblada por irreductibles galos que resiste, todavía y como siempre, al invasor…jjjj”.

A Canarias llega de rebote por los dos lados, el pagano y el religioso.

Nuestras vecinas y vecinos también adornan sus puertas por estas fechas y en nuestra casa nos gusta innovar.

La de este año es de “LA MAR”. Una manualidad para esta época que evoca esa inmensidad. Felices Fiestas.

En el cementerio…


Era temprano, todavía oscuro y al ver la puerta del cementerio entreabierta, decidieron entrar a ver las tumbas de sus padres,otros familiares y algunas amistades.

No eran de ir en los días señalados, algunas veces tardaban años en visitarles pero se prestó la ocasión.

La entrada estaba iluminada con una tenue luz de una bombilla que colgaba de un triste portalámparas, que hacía extrañas sombras en la pared encalada. Tan débil que ni se distinguían las tétricas imágenes de ángeles, unos con trompetas y otros con las manos en alabanza.

Olía a maderas húmedas, a tierra de la que resbala y sobre todo a flores ajadas, que se mezclaba con el fresco olor de una corona recientemente ubicada, ante el nicho de un segundo piso.

El nicho todavía no tenía lápida y en el cemento que lo sellaba, no se leía bien las iniciales y la fecha, por falta de luz y porque las ramas de eucalipto, antulios, rosas y margaritas no lo dejaba.
Una J…, una M…a la edad de…, familiares y…, era lo más que se alcanzaba distinguir.

¿No has oído un pájaro ronco? Preguntó Juanito.

Yo no, pero concéntrate en dónde está la tumba de tu familia, porque a mí estar aquí me chirga.

En la penumbra tropiezan en un muro de los límites que marcan la zona de enterramiento en tierra y se agarraron, porque perdieron el equilibrio, el suelo patinaba y casi se dan un partigazo.

Yasss cooño casi nos matamos, dijo Melo. Y vamos todos jediondos pal trabajo.

Shiis… chistó Juanito y volvió a decir, calla. He vuelto a oír al pájaro.

¿Al pájaro? Calla…, calla…carajo…, dijo Melo: ahora si me parece escuchar algo,… y se oye pa’trás.

Mira, vamos a dirnos y ya vendremos.

No hombre, ya que estamos…

Y escucharon como un quejido con voz de ultratumba y del que se podía entender entrecortado…: chriiistii…ano…niano…aaanoooo…. yudeme pordió.

Melo dio un brinco y casi se monta en la chepa de Juanito…¿Lo oíste…lo oíste???? Pa mi que es una ánima. Vamos a dejarnos de toletiadas y salgamos a escape.

Pero este lugar es de silencio, ya sabes que aquí los cuerpos duermen hasta la resurrección…

Que resurrección ni leches, y si están dormidos uno tiene pesadillas y lo estoy escuchando.

Y se volvió a escuchar el quejío que tras carraspear y toser se le entendía mejor y algo de… enterrador… parecía que decía.

Juanito también se empezó a intranquilizar y gritó: ¿ Quién está ahí? manifiéstese o empezamos a trompá limpia.

Unos gritos desgarradores con palabras ininteligibles decían…aaahhhhhgggg…aydiomio…ufffggg…tujún…tujún….

“Que me ayuden pordió que soy Ciprianoooo…el enterradó…que se me rembaló la escalera y me di tal toletiaso que caí en ermasuleo”….

Pero ya era tarde para la ayuda, porque Melo y Juanito, aplicaron aquello del que va detrás va empujando y no había Cipriano terminado de hablar y ya estaban saliendo de la portada de la suidad.

Javier Marrero.

Sombra del Nublo

Sombra del Nublo se estrenó el día de Navidad de 1937 en el Teatro Pérez Galdós de Las Palmas de Gran Canaria, interpretada por
Josefina De la Torre.

La compuso Néstor Álamo (letra y música) en 1936 con el seudónimo de Funkel.

Agustin Conch, músico catalán afincado en Gran Canaria, hizo con su violín que fuera emocionante.

“Sombra del Nublo
riscales los de Tejeda,
cadena de mis montañas
montañas las de mi tierra…

Montañas las de mi tierra.

Besos de mujer canaria
queso tierno y recental,
vino caliente de abajo
el gofio moreno oliendo.
¡Qué más puedo desear!

El agua por el barranco
y mi amor en el telar.
El agua por el barranco
y mi amor en el telar.

Sombra del Nublo
altar de mi tierra amada,
hay nieve y sol en la cumbre
cumbre de mi Gran Canaria…

Cumbre de mi Gran Canaria.

Roque Nublo, Roque Nublo
lírica piedra lunar,
si a tu sombra yo he nacido
quiero vivir a tu sombra
y a tu sombra quiero amar.

El alma eres de mi tierra
fuego y lava junto al mar.
El alma eres de mi tierra
fuego y lava junto al mar.”

Trucha de batata

En las fiestas navideñas de todas las islas Canarias está presente la trucha de batata, que parece estar hermanada con “trouxas” portuguesas, porque que de ellas se habla en 1871 en el Monasterio de S. Bento de Oporto, Portugal, que las hicieron para celebrar la elección de la nueva abadesa, pero en el “Libro de Gastos” del convento de Nuestra Señora de la Consolación en Santa Cruz de Tenerife ya en 1736, se nombra entre otros dulces.

Como sea, la trucha de batata que es la más emblemática, se empieza a realizar a su vuelta, por el campesinado que emigró a América, a finales de XVIII.

Lo que sí es seguro que las mejores son las de batata de Lanzarote, esas cultivadas en jable de infinidad de conchas marinas trituradas por la mar que al secar en la playa vuela transportadas por los alisios.

Ese hojaldre a modo de empanadilla rellena con una masa realizada de batata sancochada, misturada con almendras, matalauva, canela, ralladura de limón y licor de anís.

Como se sirven a los postres y para “hacer la gracia”, quien la cocina suele rellenar una de algodón y según en qué lugar de las islas a quien le toca debe invitar o cantar.

Nuestra amiga Lidia lo hace y cuando las trae a la mesa, con un par de abocados encima, esa mirada que vigila y el interés que pone en que te comas la que señala, la delata, no sabe disimular.

Por Navidad que no falten truchas de batatas en las mesas Canarias.

Javier Marrero

A la prima con la sorimba.

A la prima con la sorimba que barruntaba un día de viruje, el gallo anunciaba los rayos cernidos que débilmente alumbraba la piconera.

Piconera que se encontraba dañada por la extracción abusiva de picón para la confección de bloques.

Toda la cueva se llenaba de fragancia de la tarosada que se fundía con el calor del hogar.

Esperanza molía los granos de café haciendo girar la manecilla y se iba depositando la molienda en una pequeña gaveta hasta completar la medida.

Había misturado granos naturales con tostados en azúcar de caña y mientras se convertían en polvo, el aroma se unía a los olores del alba.

Luego depositaba el café molido en el colador de franela que colgaba de un cacharro de hojalata y echaba lentamente el agua “jirviendo”, aumentando el perfume que se multiplicaba con el pausado goteo.

Los podencos de Cipriano ladraban en la lejanía y Rafael tiraba del estarte para que su ómnibus fuera calentando. Hacía un infernal ruido que avisaba que tras el buchito ya estaría en ruta para recoger a Feluco el cobrador y comenzar la jornada.

Rafael, chófer de cochediora fue de los primeros que aprendió a manejar y tomó el nombre de su profesión de los conductores alemanes que llegaron con sus vehículos para sustituir las tártanas , los “chauffers”.

Eran tiempos que en las guaguas tanto el chófer, como el cobrador y las vecinas y vecinos usuarios, llevaban recados, noticias, encargos, cartas, paquetes, lecheras, garrafones, quesos, sacos de papas, cestos de frutales, talegas de pan, gallinas, palomas buchuas y mensajeras…y hacían la vida más amorosa.

Javier Marrero

13 de diciembre…Santa Lucía


El 13 de diciembre se celebra en Santa Lucía de Tirajana en la isla de la Gran Canaria las fiestas de Santa Lucía.

Estas fiestas hacen hoy 60 años de hermanamiento con la ciudad de Luleå, situada en la costa del norte de Suecia.

En un alto en el camino, cuando ya las tiras de la mochila por el peso del material de escalada se “hundían” en las clavículas, di con dos señores por el Ingenio de Tirajana que me contaban que sus bisabuelos cuando iban a misa el domingo, acercaban piedras para agrandar la iglesia dedicada a Santa Lucía Siracusa o del Lugarejo. No he encontrado pruebas de que esto fuera así, pero nos sirve para centrarnos en un pueblo que se independiza en 1815, un año después de la construcción de la iglesia, tomando tierras de Agüimes y San Bartolomé.

El 13 de diciembre de 1963, se celebraba la Procesión de la imagen de Santa Lucía y un capitán de la Marina Mercante sueca, llamado Musber, que pasaba los meses de invierno en Gran Canaria, se encontró con que
el mismo día se celebraba también esta festividad en Luleå, su ciudad natal. Hay que recordar que la llegada de Suecas y Suecos, de los Nórdicos, fue el inicio del turismo por esta isla.

Se vio con la organización y en aquella primera reunión, se gestó una idea que fraguó al año siguiente, con la puesta en marcha de un patronato que dio pie al primer viaje a la Isla de la Lucía sueca y todo su séquito.

Luego se fueron haciendo hermanamientos, intercambios de jóvenes estudiantes y se ha mantenido una relación cordial, comercial y educativa, entre los dos pueblos, el sueco y el grancanario.

La víspera se encienda la llama que marca el inicio de las fiestas navideñas y de la patrona del pueblo. Llega la Lucía Sueca y junto a la Lucía Gran Canaria llenan de olor a vela encendida una fiestas con gran carga de simbolismo.

Felices fiestas Tirajaneras y Tirajaneros y al pueblo de Luleå.

Pata Asada


En el Archipiélago Canario se elabora un manjar que le llamamos Pata Asada.

No se conoce la elaboración de jamones curados, pero en los tiempos en los que no existían neveras, para conservar la Pata de Cochino (Cerdo), se adobaba y asaba.

Al no poseer hornos en la mayoría de las casas, se hablaba en la panadería y se pedía turno para llevarla ya preparada y que se la asaran.

Era muy demandada por las fiestas de Navidad y Año Nuevo.

Con el tiempo se convirtió en un plato para casi todas las fiestas y celebraciones.

Hoy en día el bocadillo de pata acompaña muchos desayunos y meriendas. Es un producto tan rico y tan versátil que se puede comer en todo momento.

Existen bares especializados en la confección y despacho de esta comida típica canaria.

Una tapa de pata, media ración o un plato, se consigue en casi todos los bares y restaurantes.

Marida muy bien con todas las bebidas, incluido el café con leche o el chocolate y se presta a acompañar papas arrugadas, ensaladas, potajes y hasta su papita sancochada con ajitos fritos en su propia salsa.

Ya saben, Pata Asada y….Rianga!!!.

Pastel de Carne. Postre Navideño.


Pastel de Carne.

Lo denominamos como pastel y no como dulce. Y es curioso porque por aquí hablamos de Dulcería y no de Pastelería.

Se puede tomar caliente o frío y es el famoso Pastel de Carne. Hojaldre relleno de carne de cerdo con cebolla, especias y azúcares.

Es típico de estas fiestas navideñas y su origen no está claro, se sitúa en la presencia e influencia de ingleses e irlandeses o procedentes de Alcoyano, Valencia,
instalados en el Archipiélago Canario, en el siglo XIX.

Un anuncio del periódico Diario de Avisos de Las Palmas, 2 de enero de 1886, Las Palmas de Gran Canaria decía: “PASTELES.
Se confeccionan de carne y de dulce con el mayor aseo y esmero por Agustín Santana Pérez, hijo del antiguo pastelero, en la calle de Travieso, número 11 40.”

Es muy sustancioso y nutritivo. Se realizan en casi todas las dulcerías. Los de San Mateo son espectaculares y por Teror los encontramos en Benitez, hechos con una receta secreta de Fermina González y José Benítez, que han transmitido a sus hijos, y están de campeonato.

Es también de admirar la receta de Vicente Sánchez Araña por Las Tirajanas, que podemos encontrar en una edición especial del Libro «Cocina Canaria».

Junto con las truchas de batata, podríamos decir que son los dulces más típico por estas fiestas en el Archipiélago Canario, aunque existen más según el lugar.

Javier Marrero