Yo ni GYM ni WEY

Yo ni GYM ni WEY

Yo ni GYM ni WEY

Ayer me encontré a la entrada de un gimnasio de la capitá con antiguos compañeros de clase, del cole, de hace no se cuantos años. Muy juveniles ellos, con sus calvas, canas, arrugas y esas cosas que nos salen con el tiempo. Volvieron a animarme para que me apuntara al gym, que es como le llaman ahora. Yo por mucho que los miraba de arriba abajo no le encontraba la gracia. Saben que desde siempre he estado en contra de los gimnasios. Esos espacios cerrados, sudando y respirando lo irrespirable. Antesala de traumatólogos y fisioterapeutas y encuentro de gripes y hongos. Yo sigo con mi naturaleza, al golpito, sin machacarme. Para ellos eso es no haber madurado. Y ya la repanocha cuando me dicen que a nuestras edades deberíamos tomar WEY. Me sonó a un buen chuletón y bueno no se le hace asco. Pero cuando me dicen que el wey lo compran en polvo y lo mezclan con agua empecé a indagar y vete pa´la mierda con el WEY. Lo llevo tomando desde pequeñito, siempre han habido cabras cerca y se han hecho quesos. Y en la actualidad creo que lo consumo en mayor cantidad, mezclado en queques, en la leche, en el yogur, con frutas. Y se llama TABIQUE. Así que para ustedes el gimnasio y el wey. Yo ni GYM ni WEY, sigo con nuestras playitas, nuestro campo y con el TABIQUE.

Yo ni GYM ni WEY