¿Pa dónde vas que vamos jaser café?


¿Pa’ dónde vas, que vamos jaser café?

Le decía Fefina a Pimpa.

Pimpa era como conocían desde la escuela a Carmensa. Le decían así porque era pequeñita como la bolita del boliche.

No se diga más comadre, eche ese buchito y alegantiniamos un rato.

Oye, te enteraste de Julio el de Arenales, que se murió y lo enterraron en el cherches del barrio de San José. ¿Y eso? Decían que se habían casado pal extranjero pero era concubino de Charlotta la sueca, a la que conoció en la Saxo, y el cura dijo que nanai, que pa las plataneras no lo llevaban y que si querían que lo botaran pal patio de los cangrejos.

Esú ¿Pero no predican que Dios acoge a todos en su seno y que ya decidirá en el juicio final quiénes se quedan en la gloria y quienes bajan a los infiesnos?

Y que no me jalen de la lengua que están bonitos ellos y los sacristanes…Dios me perdone, pero…

Mira me tengo que dir que voy comprar media peseta de agua Lavanda Puig, pero te tengo que contar del parejero de Perico que no se yo quien le ha dado esa confianza.

Ay cuenta Pimpa, no me dejes así. Que no pue sé que tengo que salir a escape, que me cierra el estanco y tengo que también cambiar el Corin Tellado.

¿Llevas el fuchifuchi? Si no yo te empresto uno, que el otro día fui a comprar un transistor a los indios y como era la primera en entrar me regalaron uno y tan lindo que es.

Como eres… ahora me dejas reconcomiendome toa…

Javier Marrero