—-…El tuno indio, aunque es una planta invasora y no oriunda, hemos crecido con ella y en Canarias a parte de sus nutrientes es un manjar.
Se cogían los tunos, se barrían (acción de quitarle la mayor cantidad de púas), ya pelados se ponían en un balde toda la noche y soltaban su jugo que iba cuajando y nos los comíamos con cucharas desde el mismo cacharro. Se nos quedaban las bembas y la lengua encarnadas.
También los comíamos de la misma tunera, pelados con una de sus púas con la que le hacíamos un corte circular en los extremos y luego uno vertical.
Tras una ingesta de tunos “moraos” venía lo mas divertido que era mear encarnado.
También ha sido un buen aliado para en los juegos de poli y ladrones o indios y vaqueros, pintarnos las “señales de guerra” o las manchas de sangre.
“Jínquese un tuno”
Javier Marrero 1 Abril 2021