Tamadaba sabe a besos
Tamadaba sabe a besos.
De esos que se dan por la mañana,
despeluzados entre sábanas.
Cuando cuesta separarse,
abandonar la cama.
Cuando se dice
Ay cariño, no quiero levantarme.
Quedemos un ratito mas
y se enredan piernas, brazos y almas.
Cuando la cómplice sonrisa
de las miradas
auguran otro día
con sabor a besos
porque los besos
saben a Tamadaba.