El Timple que se hizo nube
Lágrimas secas
húmedas de soledad.
Caminos
donde nacen, viven
y desaparecen poetas.
Versos rotos
en poemas de ruidos.
Armoniosas canciones
que ablandan las tormentas.
El viento se hace caballo
míralo al paso,
trota, galopa.
Sus crines se enredan
entre las cabelleras
de pelos dorados y oscuros.
De caricias, de aire
de raíces
de sangre que corre por las venas.
De sueños difíciles
de músicas inolvidables
de nuevos acordes
que han surgido
de notas sueltas.
De ser
de seguir siendo
De espacios, de tiempos.
Al paso, al paso, al trote
al galope.
Riendas amables.
Ucronías que alegra y
engalana el presente.
Noches, días, atardeceres,
amaneceres en la Vía Láctea.
Con una sonrisa en la lucha
y en la calma.
Luna y estrellas.
Segundos, minutos, horas, días,
semanas, meses, años cabalgando.
Anhelando, buscando la ola
que en tubo, te pasee sobre la espuma
y te lleve a acariciar la playa.
Hundir el cuerpo en la arena tibia
Contar conchas, nubes y aves.
Dibujar horizontes nuevos,
estar por la vida
por los mismos lugares.
Sonriente, agradecido.
Hay que reconocer que a veces
cerca de la derrota
otras de la victoria, pero siempre
esa mirada, esos labios amantes.
Esas manos, dedos mágicos.
Esa manera de buscar la verdad
y llegar al alma.
Humilde
con esperanza de olas y nubes
de esas que mojan
que viajan.
Colores de vida
que tornan grises en ocasiones.
La vida tiene mas emes,
la vida embriaga.
Con el Atlántico convertido
en algodones viajeros.
Con timples, sonidos de cuerdas del alma.
Clavijero, traste, caja, boca y puente.
Cinco cuerdas cabalgando por las nubes
Lloviendo música al paso, al trote
al Galope…
Voy a «confesarme»
Hace unos meses maté y enterré a un gran compañero. De esos amigos que surgen en la adolescencia. Esos primeros, que dicen «son para toda la vida». Nos conocimos en la pandilla, joviales y felices. Esos amores tontos que continúan, sin saber bien por qué . Pero que no podíamos vivir separados en ningún momento. Compañero en los estudios, en el trabajo, en las caminatas, en la escalada, en la navegación. En las asambleas, manifestaciones y en las fiestas. El compañero con el que te entretenías en las esperas. Juntos matábamos los tiempos muertos. Vivíamos las penas y las alegrías.
Cuando nos separábamos momentáneamente, seguía estando en todos lados, mirara a donde mirara, fuera a donde fuera. Sentía celos de verlo en labios de otros. No podía vivir sin su olor, sin su tacto, sin su sabor.
Las trayectorias en carreteras eran monótonas y aburridas sin su compañía. Cuando nadie estaba, el siempre diligente, ardiente y humeante me acompañaba. Nunca me abandonaba estaba anclado dentro de mi.
Cuando no estaba en casa y se hacía tarde, salía a las calles, a su encuentro. Pero el paso de los años, el ir madurando y envejeciendo me hicieron ver que esta maravillosa relación de casi cuarenta años, era tóxica, asfixiante, acaparadora, absurda, letal. Amor asesino, embaucador. Ceguera, que se convierte en algo crónico, un vicio perjudicial, una rutina con mal camino a la tumba.
Ya no podíamos andar juntos, ya el corazón nos fallaba, no compartíamos el mismo aire.
Amigo, sabes que me costó mucho matarte, pero discúlpame compañero, si no te mato a ti, ya tu me estabas matando.
No te olvidaré nunca. Adiós tabaco. Ahora fumo vida.
En el año 1939, el 30 de julio.
A través de uno de sus nietos ( Jose), me ha llegado el siguiente documento. Significativo en lo que fue el nacional catolicismo, que franco en connivencia con parte del clero, impuso en España. Usando una religión, la católica, como control y sometimiento al régimen fascista. Dios estaba con ellos, que eran los «buenos» y con el resto Satanás.
Doña María de La Luz Sánchez Hernández , natural de Los Portales en Arucas y conocida como Mariquita la Luz, guardó este documento que pasó a sus hijos y estos a sus nietos. En el revés a modo de firma, se lee Mamá Sánchez.
En el año 1939, el 30 de julio se realizó una Peregrinación de Gran Canaria a Teror en acción de gracias a Ntra. Sra. del Pino, por la feliz terminación de la guerra (Año de la victoria). Según dice en el panfleto.
En la acción de gracias, podemos leer:
«….Pero, oh Madre nos asalta e inquieta el pensamiento de que satanás, nuestro enemigo, no nos dejará, y ha de seguir alentando a algunos para proseguir en los frentes del espíritu de la lucha, ya que no pudieron vencer en los campos de batalla. Si vencieran se malograría tantas vidas y tanta sangre derramada…»
«… Madre buena, para que tritures la cabeza de la serpiente infernal para que jamás falte en España la fe y el amor a Dios, y que el espíritu cristiano informe nuestra vida…»
Entre las ofrendas a Nuestra Señora del Pino, figura:
«…Por ti vencimos al enemigo de Dios y la Patria. Nuestra cruzada ha sido gloriosa para ti, Madre dulcísima del Pino…»
La oración final, resume el espíritu del fascismo, que tanta muerte, desapariciones, desgracia e injusticia trajo a España, con 40 años de dictadura y que hoy en día continúan sus herederos con las mismas mañas.
…¡ Madre Santísima del Pino que tanto amparo prestastes* a nuestro ejercito en la lucha contra el marxismo, consolida la paz en España, haciendo que sea siempre católica porque solo así se hará Una Grande y Libre.
Que el recuerdo de esta gloriosa cruzada sea imborrable entre los Canarios, tus hijos predilectos. Y que sea una nueva perla engarzada en la corona de Reina que ostentas, ya que tantos hechos gloriosos tienes prendidos en tu manto real.
Dios te Salve María, etc.
Imprimatur. Antonio, Episcopus Canariensis. Las Palmas, 21 de julio de 1939
jmarrero.guineo.es
figura así en el original*
Fotos: Jose A. JimRam.
Pijo, cariños de un isleño
Desde Murcia me asomo al mundo, un isleño de barrancos, playas y acantilados, en tierras llanas huertanas.
Atravesar la finca de limoneros que llevan al hogar. Azules cielos, espléndidos atardeceres desde la Fuensanta, siempre buscando en el horizonte el mar. Amor en Monte Pinar, como si el roque Aguayro y Tara nos impulsaran.
Desde las ruinas del Castillo de La luz, que me evocan a mi tierra natal, sentir la paz, la felicidad, el amor, el blando beso, el parecer volar, fundiéndose en un cielo que luce aquí y allá.
Murcia tiene aroma a azahar, a migas de pelotas, de carne o bacalao. A besos, a buena gente, justicia, a fraternidad.
Desde Mazarrón huele a mar y busco la silueta del Majestuoso Teide, sin darme cuenta que no estoy en Agaete. Sintiendo la misma felicidad.
No es San Cristobal (barrio costero gran canario), no es océano. Es mar, la misma lucha, el mismo sentir.
Plaza de La Merced, cuantos encuentros y abrazos, vivencias de Iberos, de Patíos, de Perro verde, de Itaca, de instituto y de universidad.
Desde el barrio La Paz (que ironía de nombre), hasta el Carmen, por la vía de la democracia, cruzando el Segura y la plaza de las flores, llegando al cuartel de artillería, donde el acuario, cerca de Quijote y caminito del Malecón.
Un isleño en Murcia, mira que hay agua de aquí para allá y de allá para acá.
Caminito a Alicante, está Orihuela, donde los sentido y los amores se hacen gigantes.
…Y «en Orihuela, su pueblo y el mio…»…
Bueno, eso será para otro día, con amor republicano.
Besos….
jmarrero.guineo.es
Fotos de Laura García Hernández y Angeles Marin Martorell..
En Lairaga
Una mirada que surfea sobre el azul,
viendo la punta de Anaga.
Se alza al cielo abrazada a los Alisios.
Gaviotas, levanta piedras, garzas y pardelas.
Pulpos, sargos, burgaos y lapas.
Las vecinas y vecinos
conversan en La Caleta,
en la «ele»
entre la piscina y boquines
junto a la rampa.
Huele a mar, a hogar, a vida
en La Costa Lairaga
Playa en donde Tomás Morales se bañaba
y escribía Las Rosas de Hércules
en esta costa del Norte de Gran Canaria.
jmarrero.Guineo.es.
La Chasnosa partera, practicante y santiguadora.
Juana Jerez Fresneda nació en la isla de Tenerife en 1877. Para el pueblo fue La Chasnosa, porque nació en Chasna. Esnifaba rapé y fumaba en cachimba picadura Tamadaba, picada menudita, para que ardiera mejor. De niña se vino para Las Palmas de Gran Canaria, al barrio de Las Alcaravaneras. Tengo un vago recuerdo de ella, sin embargo con mi tío Paye si pasé unos cuantos años y me contó el inicio del barrio. Paye era guardián en el muelle y con veinte años al comprobar una caldera, sufrió un accidente y se quemó totalmente, perdiendo los parpados y el brazo derecho.
Juana Jerez, junto con Francisco Álamo (Paye), edificaron en la calle Ingeniero Salinas, donde fueron a vivir mis abuelos y en donde he pasado mi infancia, a saltos con Mas de Gaminde y Barcelona.
La Chasnosa ejerció principalmente de partera, también de practicante y de santiguadora. He podido localizar algunas de sus herramientas. Una caja de madera con un hacha, un cuchillo, una navaja, un metro de cinta y una especie de forceps artesanal. Aquí entre nosotros, me da escalofríos.
Gracias a la memoria oral de mis abuelos, tíos y mis padres he podido recuperar el siguiente «rezado»:
«Santísimo justo juez, bendito hijo de Santa María, que mi cuerpo no se asombre, ni mi sangre sea perdida.
Por donde quiera que vaya y venga las manos de mi señor San Juan, delante las tenga.
Las de mi señor San Andrés antes y después.
Las de mi señor San Blas, delante y detrás.
Las de la Virgen María que vayan y vengan.
Que mis enemigos salgan con ojos y no me vean.
Salgan con justicia y no me prendan.
Salgan con alma y no me ofendan.
Con el paño que fue cubierto nuestro Señor Jesucristo, sea cubierto mi cuerpo.
Que no sea herido ni muerto, ni en la cárcel puesto, ni en la venganza.
Si en este día hubiera alguna venganza en contra de mi, que se revoque con la bendición del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Los tres clavos y la Cruz vayan delante de mi.
Jesucristo murió en ella, que hable y responda por mi y ablande los corazones que vengan en contra de mi.»
jmarrero.guineo.es.
¡Ay Valleseco, como hueles a tomillo!
El otro día hablando con unos conocidos, me decían que Valleseco se veía en menos de una hora, que si la Iglesia, el mercado y un poco más. Bueno, yo me puedo pasar muchos días y no lo vería todo.
Vamos de paseo por Valleseco. Comenzamos a la salida de Cueva Corcho y echamos dirección hacia Caldereta, entre los bellos barrancos de La Virgen y Madredelagua. La variedad en flora y fauna es impresionante. A la salida nos encontramos con Los Lavaderos, a lo largo del camino encontramos tres mas de menor tamaño. Todavía tienen uso y es un buen lugar para charlar y conocer a sus gentes. Llegado a Lanzarote (barrio, llamado así por la población de conejeros (lanzaroteños) que vieron para la construcción de la carretera y se asentaron en este lugar, cuando Valleseco era municipo de Teror.), nos encontramos con un mirador en donde el paisaje verde, salpicado de flores, nos muestra gran parte del municipio. Lanzarote, cuenta con tres restaurantes, una tienda y una carnicería con carne ecológica, El Catire. En el restaurante de Los Rubios suelen tener por temporadas, nueces, almendras, ciruelas, naranjas, papas y siempre tienen queso , tierno, semi y curado. Antes de llegar a la plaza de Santa Rosa, tomamos a la derecha y entre tomillos, oréganos, poleos y mentas, nos encontramos construcciones de piedras (casas y cuartos de apero), entre las fincas de papas y de frutales, principalmente manzanos y ciruelos. A la salida, llegando al casco y antes de la panadería está la sidrería. Que a parte de sidra también realizan un buen vinagre de manzana. La Sidrería es moderna, pero la panadería conserva ese olor y ese calor de pan calentito. Camino de la plaza está la casa de la cultura y la biblioteca, también el punto de información turística y la emisora municipal.
La calle se llena de olor a millo tostado y en nada estamos en el molino de gofio. Un portalón verde que siempre está abierto. Gofio crudo y tostado. Con gran amabilidad los molineros te enseñan como hacen el gofio. Enfrente está el Ayuntamiento y la plaza. La iglesia de Valleseco guarda un órgano cuya singularidad , es que se trata de una joya musical del siglo XVIII, fabricada en Alemania y que llegó vía Hamburgo gracias a importadores asentados en Tenerife. Tras la iglesia a la derecha nos encontramos el mercado ecológico y de productos de la tierra, así como un pequeño museo etnográfico. Con un vasito de sidra y una tapa carne de cochino terminamos por hoy, pero nos queda mucho. La Laguna , el Zumacal, Valsendero,las Troyanas, Monagas,…. Nos vemos por Valleseco. ¡Ay Valleseco, como hueles a tomillo!
Con Gloria Betancor
Me envían este escrito de la revista digital Ciudad de Guía, en donde se le realiza una entrevista a Gloria Betancor, la madre Gloria como le decían los niños.Me ha traído el recuerdo de aquellos años, el de la peña del bombero, allá por el rincón y la cuesta de silva. Semana tras semana. Y aunque con distinta visión en varios aspectos, conseguimos que un pueblo en el que parecía que no existían niños, se convirtiera en un pueblo lleno de infancia y juventud. Implicados con su barrio y comprometidos con sus vecinos. Agradecer la mención que nos hace Gloria…y nos seguimos viendo por Guía, para hablar de los «niños» , los de hoy en día.
«…Ese grupo era tan reivindicativo que consiguió que se hicieran, gracias a sus reclamaciones, las actuales plazas de Casas de Aguilar y de Anzo. Esa cátedra se hizo tan famosa que se unieron gentes hasta de Tenerife. Pero fue Javier Marrero y su esposa quienes nos invitaron a integrarnos en el movimiento Scout…»
http://ciudaddeguia.com/2016/04/26/una-vida-de-fe-accion-y-conciencia/